Sobre Nosotros
En Finca Caballo Blanco cultivamos algo más que uvas: cultivamos una forma de vida.
Somos un emprendimiento familiar ubicado en las cercanías de Puerto Madryn, sobre la Ruta 1, donde el mar patagónico se encuentra con la meseta. En este entorno único producimos vinos con identidad propia, elaborados a partir de viñedos de Pinot Noir y Malbec que crecen bajo el sol, el viento y la cercanía del océano. También cosechamos olivos y producimos aceite artesanal, cuidando cada detalle con dedicación y respeto por la tierra.
Además de producir, abrimos nuestras puertas al turismo con experiencias gastronómicas, degustaciones, eventos y momentos para compartir. Creemos en el valor del trabajo artesanal, la conexión con el entorno y el disfrute de los sabores auténticos.
El mar nos inspira, la tierra nos alimenta, el vino nos define.
Nuestro Proceso
Todo comienza con el cuidado de la tierra. Cultivamos nuestras uvas de forma manual, acompañando el ritmo natural del clima y del suelo costero. Cada planta recibe atención personalizada, desde la poda hasta la cosecha, priorizando la sanidad del viñedo y la expresión del terroir.
La elaboración del vino se realiza en pequeñas partidas, respetando tiempos y técnicas que permiten conservar la identidad de cada variedad. Nuestro aceite de oliva se extrae en frío, con aceitunas propias que se recolectan a mano. Todo el proceso, desde la planta hasta la botella, ocurre en la finca, garantizando trazabilidad, frescura y autenticidad.
Nuestros Valores
• Autenticidad: cada vino refleja el lugar donde nace, sin artificios.
• Sustentabilidad: cuidamos el entorno, usamos prácticas responsables y aprovechamos los recursos naturales sin agotarlos.
• Hospitalidad: recibimos a cada visitante como si llegara a nuestra casa.
• Trabajo en familia: el corazón del proyecto está en el esfuerzo conjunto y en los vínculos que lo sostienen.
• Pasión por el sur: somos embajadores de una Patagonia viva, diversa y con enorme potencial.
Historia
Finca Caballo Blanco nace como un sueño familiar de volver a lo esencial: la tierra, el tiempo y los sabores compartidos. En una zona agreste y ventosa de Puerto Madryn, transformamos un terreno costero en un espacio productivo, cultural y abierto a la comunidad.
Comenzamos con viñedos de Pinot Noir y Malbec, luego sumamos olivos, frutales y experiencias turísticas. A lo largo de los años, la finca se convirtió en un proyecto de vida, donde conviven la producción artesanal, el amor por la Patagonia y la vocación por ofrecer algo único.
